
Los niños tienen una forma particular de aprender. Vienen al mundo con curiosidad y con la firme intención de explorar todo lo que se les pone enfrente. La base de su aprendizaje se da a través del juego y del descubrimiento, por tanto, es importante dejarlos enfrentarse al mundo y a la vez, ir de la mano con ellos en el camino, dándoles herramientas que estimulen su imaginación, su creatividad y sus ganas de seguir descubriendo cosas nuevas.
Desde muy pequeños, los niños encuentran la forma de responderse preguntas importantes: ¿qué pasa cuando tira la comida al suelo?, ¿qué ocurre si golpea la superficie del agua de su tina con la palma de su mano?, se dan cuenta de cómo funcionan algunos principios de la naturaleza. Y todas las reacciones que causan los llevan a sentirme más curiosos y más deseosos de seguir explorando su alrededor.
El mundo de un niño pequeño está lleno de cosas nuevas: sabores, texturas, juegos, sonidos y lugares. La forma en que las abordan es un proceso de aprendizaje en sí mismo.

Siendo así, ¿cómo puedes fomentar que ese modo de aprender se mantenga? La respuesta es fácil: haciéndolos sentir seguros de ellos mismos, y fomentando su independencia. Los niños que se sienten seguros son más dados a seguir preguntando, cuestionando y explorando cuando empiezan a hablar y a caminar.
Debes tener en cuenta que todos los niños aprenden y se desarrollan de forma distinta. Tu hijo puede ser más tímido, o más audaz. Habrá niños que se apresuren a tocar cualquier cosa viscosa de aspecto interesante que se les ponga enfrente, y otros se contendrán más. Hay algunos a los que ni siquiera les gusta ensuciarse. Tienes que saber que ambos tipos de niño son curiosos a su manera, pero todos tienen un punto en común y es que están al pendiente de ti, te observan: cuando cocinas, cuando estás frente a la pantalla de tu computadora, cuando limpias la casa, cuando lees. Y esa es su manera de aprender, a través de imitarte a ti y a los adultos que están a su alrededor.
También es importante proveerlos de un ambiente seguro y estimulante para ellos, para que puedan aprender también en su casa. No es necesario salir todo el tiempo para que se empapen de las posibilidades del mundo, ese tipo de aprendizaje también puede darse en el entorno del hogar, en interiores.
Puedes promoverles la exploración y la curiosidad dentro de tu casa de dos formas:
- A través de la elección consciente de mobiliario para niños y espacios ideales para desarrollar sus habilidades motrices y al mismo tiempo, estimular su imaginación y su sentido de la aventura.
- A través de juguetes especiales que estimulen sus sentidos lo suficiente como para despertar su curiosidad, pero que a la vez no los abrumen sino que los animen a inventar, imaginar y crear.
Cuando veas que tu hijo siente curiosidad por algo, detente y admira lo que despertó su fascinación. Puede ser algo simple como una caja, una planta, o una botella de plástico vacía (conozco muchos casos de niños que aman jugar con botellas de plástico, es normal). Estoy consciente de que vivimos a toda velocidad, sobre todo en los últimos tiempos, y que a veces nos cuesta hacernos espacio para respirar, pero debemos esforzarnos en fomentar, reforzar y aplaudir cuando nuestros hijos nos muestran algo que les entusiasma.
¿Cómo puede ayudarte Wiwiurka a que tus hijos aprendan descubriendo?

El mobiliario de Wiwiurka está hecho para fomentar el juego y estimular la imaginación. Para que prueben distintas maneras de aprovechar un mueble, o de jugar con la seda más mágica del mundo.
Algunos de nuestros productos recomendados para esta tarea en particular son:
- Caballitos de palo, que además ayudan a la coordinación.
- Las sedas y disfraces de Sarah’s Silks, desde vestidos, hasta cometas, casas de campaña improvisadas, ¡lo que se les ocurra!
- El Wiwi vagón, para guardar todos los grandes tesoros que descubran
- Discos de colores, que con su imaginación pueden transformarse en monedas, pequeños platos, comida arcoíris o lo que su mente imagine.
Todos estos juguetes son compañeros ideales para descubrir el mundo a través de colores y texturas. La crianza de pequeños científicos empieza a través de la confianza, el amor y la libertad para explorar y jugar con cosas estimulantes y llenas de posibilidades. El niño curioso –todos lo son- siempre sabrá qué hacer.