Wiwiurka en casa: triángulo, rampa y TEA

Cómo un juguete Wiwiurka nos ayudó a comprender mejor el diagnóstico de autismo de nuestra hija

El triángulo para escalar de los juguetes Wiwiurka llegó a casa al mismo tiempo que un diagnóstico de TEA (Transtorno del Espectro Autista) para mi hija. En ese momento poco sabía cuánto un juguete de madera me iba a enseñar de ella y del proceso que estábamos a punto de empezar.

En la familia habíamos pasado por un periodo de mucha incertidumbre. Sospechábamos que Titina tenía autismo pero no estábamos seguros. La llegada de la pandemia nos impidió seguir adelante con el proceso para su evaluación. Todo se detuvo. En casa nos mantuvimos atentos a todo: su forma de jugar, su forma de expresarse, sus hábitos y cuánto le importaban sus rutinas.

Tener la confirmación te provoca un sentimiento ambivalente, porque ya sabes a lo que te enfrentas y eso te puede generar tanto tranquilidad como estrés, aunque supongo que es normal. Fue a través del triángulo para escalar que pudimos entender algunas cosas, la primera de ellas, qué tan notorios eran sus problemas motrices. Los primeros días escaló los peldaños de la mano de su papá, con cautela extrema. Las piernas le temblaban pero ella fue muy valiente. Contó peldaño por peldaño y lo hizo varias veces. En terapias nos hemos dado cuenta de que esa inseguridad al caminar y moverse es normal, pero que con diversas herramientas y ejercicios puede fortalecer su cuerpo poco a poco.

Triángulo para escalar chico con rampa corta en Arcoíris de Wiwiurka

La canción nos dio pie a entender que había encontrado la forma de relacionar algo que sabía con algo que experimentaba.

El triángulo también nos permitió comprender su lenguaje y su forma de comunicarse con el mundo. Al principio no usó la rampa para escalar, pero un día la unimos a la mecedora puesta hacia abajo y armamos un puente de juguetes Wiwiurka. Sabíamos que cruzarlo y que tener un circuito la ayudaría a su equilibrio. Titina habla mucho, pero su forma de comunicarse es particular. A sus cuatro años tiene un vocabulario extenso y se sabe muchas canciones, su forma de expresarse es a través de ellas. Nuestro trabajo es contextualizar, darles sentido, justo como ella hace.

Después de colocar el puente supimos que era feliz cuando hizo la relación y empezó a cantar: “El puente de Londres se va a caer, se va a caer, se va a caer”

 

El triángulo también nos permitió observar su relación con las texturas y los colores: hay días que solo le interesa acariciar la madera, sentir su suavidad, nombrar los colores. Le pasa lo mismo con la mecedora. En ocasiones, solo necesita estimular su sentido del tacto a través de la firmeza de la madera, es como si llegara a un lugar seguro. A veces solo necesita refugiarse en la certeza de que el orden de los colores siempre es el mismo y los puede nombrar.

Los juguetes Wiwiurka en la evolución del movimiento

Luego de un par de meses, entre las terapias y el dejar el triángulo en la sala para que Titina lo usara cuando quisiera, hemos notado cambios extraordinarios: ya no necesita la ayuda de su papá para trepar, y aunque no llega al otro lado, al ver cómo ha desarrollado sus motricidad gruesa tenemos la certeza de que pronto lo logrará también. Sus piernas ya no tiemblan, ahora están firmes, igual que sus brazos.

El triángulo la ha ayudado a desarrollar su confianza y ha estado ahí para ir a la par de las terapias físicas. Ya usa la rampa también, le gusta probar sus propios límites a través de un juguete que ya siente suyo y que reconoce como seguro. Todos los días se acerca a él y a veces, cuando se siente audaz, prueba un nuevo movimiento y otras veces solo lo usa para reafirmar su confianza.

Sabemos que el camino apenas comienza, pero al menos nos sentimos protegidos y arropados. Es sorprendente que un juguete tenga la capacidad de hacerte ver las cosas bajo una luz positiva y esperanzadora y que te permita registrar los avances en distintas áreas.

Puede que Titina no juegue igual que los otros niños, pero encontró la manera de disfrutar al máximo su triángulo, su mecedora y su rampa; usando los juguetes Wiwiurka a su modo.

Y para mí esa es lo importancia de los juguetes versátiles y que están hechos con amor: que se adaptan a los niños, a los espacios, y que pueden ser compañeros de diagnóstico y formar parte del proceso para salir adelante.

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