La jardinería con niños es la magia de la vida. Pero como todas las cosas con los niños pequeños, también se trata de … lo adivinaste, paciencia. La clave está en el proceso de dejarlos regresar al jardín una y otra vez para ver el crecimiento, las flores convertirse en frutos y ser parte de la evolución general. Cuanto más se parezca el jardín a ellos, más se adentrarán en él y permitirán que la naturaleza forme parte de ellos.
Cada día tenemos algo de tiempo al aire libre en el jardín, ya sea para admirar los brotes frescos, ayudar a los abejorros perezosos a encontrar flores o comenzar proyectos con nuevas semillas. He descubierto que los mejores trabajos para los niños son aquellos que les permiten tocar y sentir, ¡y saborear! Ayuda a los niños a tener un sentido de responsabilidad y también a inculcarles un cariño por el mundo natural de por vida.
Aunque a veces es un desafío, ¡Es mucho más gratificante de lo que imaginas!
Estos son mis mejores consejos para la jardinería con niños:
1. Dales su trabajo antes de salir
Ayúdalos a saber qué herramientas pueden usar y qué están haciendo para mantener la atención en el área en la que desean trabajar. El segundo en que los bebés comienzan a deambular es cuando se comen las fresas verdes y se tiran las semillas afuera. Sin embargo, cuanto más en paz estoy cuando suceden esas cosas, más siempre lo estoy.
2. Manos sucias, corazón feliz
¡Que se ensucien y se llenen de barro! Algunos niños comen tierra, otros se la frotan el pelo o la tiran en los zapatos, ¡está bien! De todos modos, es bueno para su microbioma.
3. Empiece por observar
Para ayudar a sus hijos a pasar a la hora del jardín, comience con una pequeña meditación guiada, llamando la atención sobre sus sentidos. Un ejemplo es decir: “Ahora que estamos en el jardín, olfateemos una flor. ¿A qué huele eso? Vamos a sentir el aire, ¿cómo se siente? Vamos a escuchar. ¿Qué escuchas?” Esto los centra y ayuda a contextualizar su experiencia.
4. Ningún trabajo es demasiado pequeño

5. Practica la enseñanza de lecciones
Mis hijos aprendieron a turnarse en el jardín, a madurar versus no madura y a “intentarlo de nuevo”. Un jardín es un gran lugar para enseñar lecciones de vida y tejer algunos instructivos prácticos. Permitir que sus hijos se sumerjan en la experiencia de la jardinería les enseña mucho más que cualquier clase.
6. Déjalos jugar
Por último, pero no menos importante, déjalos jugar. El jardín debe ser divertido y experimental, un lugar para que los niños sean niños. Diviértete y no te preocupes demasiado por hacer las cosas “bien”. Las plantas son más resistentes de lo que piensas, al igual que nuestros pequeños.
Espero que encuentres algo de tiempo para ir al jardín con tus pequeños y comenzar a cultivar no solo vegetales, sino también un amor por la naturaleza para toda la vida. Si es nuevo en la jardinería, le recomiendo que investigue su zona de resistencia del USDA y la use para determinar cuándo y qué plantar. La mayoría de las personas hacen la mayor parte de su jardinería de marzo a septiembre, por lo que ahora es un buen momento para planificar lo que desea plantar y dónde plantarlo.