Conoce cómo puedes empezar a aplicar la crianza respetuosa para una mejor convivencia familiar
Los tiempos han cambiado mucho para nosotros como padres. Hay quienes tuvimos la fortuna de vivir bajo los estándares de una crianza respetuosa mucho antes de que el término estuviera tan de moda, pero para algunos fue un proceso distinto. Hoy, por fortuna, la crianza respetuosa es más importante y esencial que nunca.
Poco a poco hemos comprendido que los niños no son berrinchudos porque sí, y que tampoco deben ser consentidos todo el tiempo para tener cierta paz en la casa. En cambio, hemos aprendido que necesitamos un acercamiento de respeto mutuo, un modelo de educación en donde sobresalga el amor pero en donde tampoco falte la disciplina.
No suena nada sencillo, ¿verdad? poner la crianza respetuosa en práctica es un trabajo de todos los días y se aprende todo el tiempo. Pero hay algunos lineamientos generales que son más sencillos de aplicar y por los que puedes empezar. Toma nota de ellos y empieza a aplicarlos en casa.
El paso a paso de la crianza respetuosa
- Escucha con atención
Hace poco, en un paseo en el parque, escuché a un papá decir con dureza la frase “no me interesa” mientras su hijo lloraba en un juego. Procura siempre hacerle saber a tus hijos que los escuchas y que sí te interesa. Presta atención a sus palabras, sus expresiones, los movimientos de sus manos. Hazlos sentir escuchados y después, con el mismo respeto, explícales por qué no pueden tener lo que desean y enséñales que ellos deben escucharte también a ti.
- Usa siempre palabras amables
Incluso cuando estés marcando límites, es importante que les hables bien, sin gritar y sin recurrir a agresividad o amenazas. También evita el extremo opuesto con palabras condescendientes o los tonos que usarías para un bebé. Háblales con la ecuanimidad con la que le hablarías a un adulto al que respetas.
- Dales su espacio
En Wiwiurka fomentamos mucho el juego libre, pues es parte esencial de una crianza respetuosa. Dales tiempo para que se muevan, para que exploren y para qué decidan la mejor forma de usar sus juguetes. No intentes manejar su juego todo el tiempo, así les ayudarás a ejercitar su imaginación.
- Hazlos sentir apreciados
Cada que hagan un buen trabajo, dales un refuerzo positivo, pero hazlo como si estuvieras dando feedback. Por ejemplo: en vez de decir solo “buen trabajo” cuando se comen todo en su plato o cuando guardan sus juguetes, di algo más específico como “muy bien, guardaste todos tus juguetes para que los podamos usar mañana”.
- Déjalos ser parte de la dinámica familiar del día a día
Hay mamás que se sienten presionadas porque quieren hacer sus tareas en momentos en los que sus hijos no están o están dormidos, pero si los dejas contribuir te llevarás una grata sorpresa y también optimizarás tu tiempo. Permíteles participar en la cocina –haz que te pasen ingredientes, por ejemplo– o que te pasen la ropa para meterla en la lavadora. Fomentarás su independencia y su seguridad.
La crianza respetuosa no se trata de eliminar los límites, sino de ser asertivos y constructivos al momento de ponerlos. Intenta aplicar estos consejos en tu día a día y empezarás a ver un cambio en la relación con tus hijos. Estamos en una época extraordinaria de aprendizajes nuevos con respecto a la maternidad y la paternidad, ¡hay que aprovechar toda la información que tenemos a la mano!